In your face, Donald Trump
La obra es la cara de Donald Trump hecha con sangre menstrual como una muestra de repudio a las declaraciones de Donald Trump hacia las mujeres, particularmente contra la periodista Megyn Kelly en el año 2015. Hace unos dias durante el debate, la demócrata Hillary Clinton volvió a recordarnos que el candidado a la presidencia de los Estados Unidos ha tenido numerosas muestras de un peligroso machismo contra las mujeres. Sexo débil y una extrema cosificación son casi las agresiones menos graves del magnate. Por suerte, existe respuesta desde el arte.
“No quiero nada con México más que construir un muro impenetrable y que dejen de estafar a Estados Unidos”
Donald Trump, 2015.
No busco ser tendenciosa, pero no lo puedo evitar... Donald Trump es un personaje sumamente desagradable. Personalmente me preocupa que sea opción para llegar a la Casa Blanca, que pueda llegar a ser quien decida apretar el botoncito para destruir cualquier parte del mapa (menos territorio norteamericano, of course).
Aunque el Partido Republicano tiene un inventario de 16 candidatos para elegir quién los representará en el 2016, Trump asoma como favorito en los sondeos. Sus frases polémicas lo ubican protagonista en las portadas de diarios y revistas y lo posicionan por ahora favorablemente entre la opinión pública. (¡Qué miedo!)
En plena previa de campaña, este tipo ofreció donar US$5 millones a causas de caridad si Obama mostraba un certificado que demostrara que había nacido en Estados Unidos. Obama le dio el gusto, revelando que mal que le pese al magnate, ser negro y norteamericano es posible.
Tampoco tiene problema en declarar que los inmigrantes mexicanos “están trayendo sus drogas, están trayendo su crimen. Son violadores y algunos, asumo, serán buenas personas". Sin contar la polémica frase del muro que citamos arriba, Trump no solo es famoso por su fortuna y su faceta showman-xenófobo. También es sumamente maleducado con las mujeres. En una nota para la revista Esquire afirmó: “Ya sabes, da igual lo que los medios escriban mientras tengas junto a ti un ‘trasero’ joven y bonito”. Esto lo dijo en 1991. Mas de veinte años después vemos que su linea de pensamiento no ha cambiado, capaz hasta se ha radicalizado; lo que muestra lo poco que le importan las repercusiones publicas que puedan tener sus comentarios.
En mayo de 2013 Trump escribió en su cuenta de Twitter: "De 6.000 acosos sexuales no reportados en las fuerzas armadas, sólo 238 han sido sancionados. ¿Qué otra cosa esperaban, si mezclaron a los hombres con las mujeres, genios?”. Al tipo claramente no le importa nada. El mensaje que da un potencial candidato a la presidencia de uno de los países mas poderosos del mundo es un retroceso total en cuanto a aceptación, tolerancia, respeto... todo lo que este planeta está necesitando.
Una de sus últimas gracias sexistas apuntó a Megyn Kelly, cuando la acusó de ser dura con él durante el debate republicano de la cadena Fox por estar menstruando, una ridiculez que solo puede venir de un tipo lleno de soberbia y poco sentido común. Y absolutamente irrespetuoso.
Varias fueron las repercusiones de ese hecho, pero la que mas ha llamado mi atención es este retrato de Sarah Levy, activista, periodista y artista de Oregon Estados Unidos que esperó pacientemente a que le llegara su periodo para poder hacer un retrato del polémico magnate con su sangre menstrual.
“Él piensa que puede usar una función saludable del aparato reproductivo de la mujer para insultar la inteligencia de las mujeres, es un gran problema y necesita ser denunciado”, aseguró la reportera Levy.
Esta pintura titulada Whatever estuvo en venta con el objetivo de donar el dinero recaudado a una organización pro inmigrantes.
In your face, Trump